Muchas veces de nada sirve que usemos los mejores champús y productos para el pelo, porque el problema está precisamente en el cuero cabelludo.
Al igual que con la piel, también podemos hacernos una exfoliación capilar. Para esto primero hay que tener en cuenta que cada persona debe saber el tipo de cuero cabelludo que tiene para realizar este tratamiento con cuidado.
Es un tratamiento capilar que se realiza sobre la piel del cuero cabelludo para ayudar a la renovación celular. Elimina las células muertas de esta zona, tal y como hacemos con el resto de la piel de nuestro cuerpo, de forma que se evitan la formación de caspa en muchas ocasiones y también de sebo por el exceso de residuos.
El cuero cabelludo se asfixia con estos residuos y con el sebo que se produce, además de la descamación y la caspa. Eliminarlos supone darle una nueva vida a esta zona, ayudando también al folículo piloso, ya que con el masaje estimulamos la circulación, algo fundamental para que crezca el cabello, y además el folículo crece mejor sin todas las pieles muertas que no dejan a la piel oxigenarse y regenerarse.
Cómo hacer la exfoliación del cuero cabelludo
La exfoliación de esta zona es algo sensible, por lo que en principio debería consultarse con el dermatólogo, especialmente si tenemos algún problema como dermatitis seborreica o psoriasis. Esta clase de tratamiento es bueno si tenemos problemas de caspa y también de cabello oleoso, ya que nos ayudará a tenerlo limpio mucho más tiempo. Debemos encontrar el producto adecuado, no sirve hacerlo con un exfoliante cualquiera, sino específico para el cabello.

Se debe utilizar poca cantidad, solamente para la zona de la piel. No se debe dejar que se escurra por el cabello para que no sea tan difícil de eliminar. Debemos hacer un ligero masaje en el cuero cabelludo, poco a poco y pasando por todas las zonas. A continuación, hay que aclarar con agua fría o templada. Después ya podremos lavar el cabello de la forma habitual, con champú y acondicionador o mascarilla.
Un plus tras hacer este tratamiento es el de hidratar la zona del cuero cabelludo y el cabello. Es decir, si un día hacés la exfoliación, podés hidratar al día siguiente con un aceite como el de coco. Se debe dejar actuar unos veinte minutos para que el cuero cabelludo se impregne bien. También se puede poner en las puntas, y a continuación se lava el cabello como siempre. Así conseguiremos un cuero cabelludo sano e hidratado, libre de caspa.
Para aquellos que tengan la zona con tendencia a tener grasa pueden usar también este aceite, ya que no crea efecto rebote ni genera más óleo en el cabello. Y los días siguientes veremos el pelo más suelto y brillante, además de más limpio.
Hay que tener muy en cuenta que no se puede realizar una exfoliación en exceso, es decir, hacerla a menudo. En el caso de la grasa podemos hacer que las glándulas sebáceas se estimulen creando más grasa en el cabello, lo que hará el efecto contrario. Es un tratamiento que se debe hacer cuando notemos que el cabello está más apagado y tenemos muchos residuos que lo ahogan.
Fuente: Bezzia
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